Trist n obsequia a su amigo Marcel con un trozo de tela sobrante deunas cortinas. Marcel habr¡a preferido una peonza, pero acabaagradeciendo ese regalo porque se da cuenta de la cantidad deutilidades que puede tener un simple pa¤o: para limpiarse, protegersedel sol, cruzar un r¡o, abrigarse, huir de los peligos... Debajo dellazo y del papel de charol, un obsequio puede ser una decepci¢n paraquien esperaba otro tipo de presente. Marcel apreciar la humildaddel detalle porque los protagonistas de esta historia pertenecen a unmundo donde se valoran los objetos m s insignificantes: chapas,corchos, cuerdas o incluso una piedra pueden convertirse en unjuguete maravilloso, en una fascinante caja de sorpresas.